La
guerra de los mundos pertenece a la primera hornada literaria de H. G.
Wells, cuando con apenas treinta años escribió una rápida sucesión de
maravillas que fascinó al público de la época: La máquina del tiempo, La
isla del doctor Moreau, El hombre invisible (ensalzada por alguien tan reacio
al encomio como Vladimir Nabokov), Los primeros hombres en la Luna,
Cuando el durmiente despierta... No son ni mucho menos simple literatura de
entretenimiento, aunque es difícil encontrar nada más entretenido. [...]
Wells fue un gran novelista, a mi juicio uno de los mayores de la historia
del género, y no solo destacó …
La
guerra de los mundos pertenece a la primera hornada literaria de H. G.
Wells, cuando con apenas treinta años escribió una rápida sucesión de
maravillas que fascinó al público de la época: La máquina del tiempo, La
isla del doctor Moreau, El hombre invisible (ensalzada por alguien tan reacio
al encomio como Vladimir Nabokov), Los primeros hombres en la Luna,
Cuando el durmiente despierta... No son ni mucho menos simple literatura de
entretenimiento, aunque es difícil encontrar nada más entretenido. [...]
Wells fue un gran novelista, a mi juicio uno de los mayores de la historia
del género, y no solo destacó en lo fantástico, sino también por sus
excelentes retratos de personajes de clase baja y media luchando por hallar
acomodo modestamente feliz en la sociedad implacable que conocemos demasiado
bien [...]. Pero él quería ser algo más que un novelista: un reformador
social, un guía ideológico para la nueva era tecnológica y masificada que los
hombres abordaban. En una palabra, un utopista.
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