Fascinado, a los 6 años siguió por TV las proezas de los legendarios gimnastas soviéticos en Barcelona 1992 y se propuso volar como ellos. Tanto así, que décadas después llegaría a ser triple finalista olímpico, convirtiéndose en el mejor gimnasta chileno de la historia.
«La motivación no te va a llegar del cielo. No te va a caer un pack de instrucciones que diga tienes que hacer esto y vas a tener éxito. Se trata más bien de una búsqueda diaria», explica Tomás González Sepúlveda, varias veces medallista sudamericano, panamericano y mundial, y gimnasta olímpico en Londres (2012), Río (2016) …
Fascinado, a los 6 años siguió por TV las proezas de los legendarios gimnastas soviéticos en Barcelona 1992 y se propuso volar como ellos. Tanto así, que décadas después llegaría a ser triple finalista olímpico, convirtiéndose en el mejor gimnasta chileno de la historia.
«La motivación no te va a llegar del cielo. No te va a caer un pack de instrucciones que diga tienes que hacer esto y vas a tener éxito. Se trata más bien de una búsqueda diaria», explica Tomás González Sepúlveda, varias veces medallista sudamericano, panamericano y mundial, y gimnasta olímpico en Londres (2012), Río (2016) y Tokio (2020).
En este inspirador testimonio, Tomás detalla críticos momentos de inflexión, rotundos éxitos —como bautizar su propio salto, «el González»—, y no pocas caídas, y cómo superó durísimas circunstancias en lo personal y lo profesional.
En el deporte —como en la vida, asegura—, «los fracasos se superan siendo humilde y analizando lo que ocurrió sin enfrascarse en hacerse la víctima. Después solo queda trabajar duro, dándole con todo, porque nadie te va a levantar. Hay que querer, pero después hay que tener la voluntad de seguir. Siempre».
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(Santiago, 1985) es exgimnasta olímpico y kinesiólogo. Varias veces medallista en torneos sudamericanos, panamericanos y mundiales, representó a Chile como finalista en los Juegos Olímpicos de Londres (2012), Río (2016) y Tokio (2020). Entre sus hitos deportivos figuran: séptimo en suelo en el Campeonato Mundial de Gimnasia de Londres (2009); decimoquinto en el all around del Campeonato Mundial de Gimnasia de Rotterdam (2010); cuarto en suelo y en salto en los Juegos Olímpicos de Londres (2012); séptimo en salto en los Juegos Olímpicos de Río (2016), y quinto en suelo en el Campeonato Mundial de Gimnasia de Montreal (2017). Otro de sus logros fue el registro del salto «el González» (mortal atrás con tres giros y medio) en el Código Internacional de Gimnasia. Es el creador de la Escuela de Gimnasia que lleva su nombre.