¿Los 60 son los nuevos 40? ¿De verdad las mujeres habremos logrado correr el almanaque veinte años a fuerza de voluntad y hormonas suplementarias? "¿Por qué no?", dice Gabriela Acher en
¿Qué hace una chica como yo en una edad como ésta?. "A los 60, si además de yoga hacen ejercicio aeróbico y una dieta estricta, tienen un buen osteópata, un oftalmólogo piola, un neurólogo fuera de serie, un gerontólogo consciente, un kinesiólogo aggiornado, una ortopedia maravillosa, una masajista canchera y, sobre todo, un psiquiatra de confianza ¡pueden estar mejor que nunca!"Las sexygenarias de este tiempo tienen agitadas vidas sociales, una …
¿Los 60 son los nuevos 40? ¿De verdad las mujeres habremos logrado correr el almanaque veinte años a fuerza de voluntad y hormonas suplementarias? "¿Por qué no?", dice Gabriela Acher en
¿Qué hace una chica como yo en una edad como ésta?. "A los 60, si además de yoga hacen ejercicio aeróbico y una dieta estricta, tienen un buen osteópata, un oftalmólogo piola, un neurólogo fuera de serie, un gerontólogo consciente, un kinesiólogo aggiornado, una ortopedia maravillosa, una masajista canchera y, sobre todo, un psiquiatra de confianza ¡pueden estar mejor que nunca!"Las sexygenarias de este tiempo tienen agitadas vidas sociales, una sexualidad activa y se ocupan de sus profesiones, de sus cuerpos y de sus nietos con la misma pasión. Al fin y al cabo son mujeres que participaron de los gloriosas décadas de los años 60 y 70, que bailaron al ritmo de Elvis Presley, fueron parte del
baby boom y pertenecieron a la llamada generación de "sexo, droga y rock & roll"… Aunque ahora su droga preferida sea la cortisona.Vocera multigeneracional de las mujeres, desterradora de mitos por vocación, en este libro Gabriela Acher pone la lupa en el paso del tiempo, las relaciones con los hombres, la menopausia, la familia, la tecnología, las cirugías y la importancia de la amistad. Con su mirada hilarante y lúcida, vuelve a hablar de temas serios (y hasta tabú) del mejor modo posible: con humor. "El más favorecido de los mortales es aquel que aprendió a reírse de sí mismo, porque siempre tendrá algo de qué reír", asegura. Y tiene razón.
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