Este libro reúne los siete cuentos cortos de la serie Federico Crece. Ideal para primerísimos lectores, aquellos que empiezan a descubrir el mundo.

Federico dice no: Cuando Federico se enoja o encapricha le gusta sentirse diferente a sus papás. Entonces, dice "no", aunque a veces sí quiera...

Federico no presta: Cuando Federico recibe a su mejor amigo, sus juguetes son solo de él y no los quiere prestar. Cuando él va de visita se enoja mucho y la angustia crece si el dueño de casa tampoco presta. De a poquito va descubriendo que el juego es más entretenido y dura más si las cosas se comparten.

Federico se hizo pis: Cuando va a la plaza, Federico se entretiene tanto jugando que no se da cuenta de que que le vinieron las ganas de hacer pis. Aprender a ir al baño también lleva un tiempo.

Federico va a la escuela: La escuela es grande y hay muchos chicos. También hay juguetes interesantes y muñecos que le llaman la atención. Tal vez, en unos días se anime a quedarse un rato más y conocer nuevos amigos.

Federico y el mar: El mar viene y va, se asoma y lo invita a nadar, pero es tan grande que a Federico le da miedo. Primero un pie, luego un poco más. Con un poco de ayuda es mucho más divertido y fácil.

Federico y el tiempo: Cuando visita a su abuela, Federico descubre fotos de cuando era pequeño. El tiempo pasa, se detiene en algunos recuerdos, se va haciendo más tarde y toca tomar la leche. Pronto atardecerá y así transcurrirá el tiempo que nunca deja de pasar.

Federico y su hermanita: Cuando mamá y papá regresaron del hospital trajeron a una hermanita a la que todos miran y miman. Fede tiene tanta bronca que la quiere hacer llorar, pero se le acerca y ella le sonríe. Entonces descubre una nueva amiga con quien jugar.

He aquí el primer pariente de Ambrosio. Era algo así como el tatarabuelo del tatarabuelo del tatarabuelo, o más... de Ambrosio. Este familiar vivió hace miles y miles de años, en la Prehistoria.

Ambrosio es un perro especial porque en su familia ha habido perros famosísimos, célebres, ilustres... En realidad, ningún libro de historia habla de ellos, porque casi nadie les presta atención a las vidas de perros. Pero lo cierto es que los antepasados de Ambrosio estuvieron presentes en toda la humanidad.

Y ésta es la historia del primer pariente de Ambrosio, que no tenía nombre y ni siquiera sabía que era perro. Era algo así como el tatarabuelo del tatarabuelo del tatarabuelo del tatarabuelo... o más de Ambrosio. Porque este pariente de Ambrosio vivió hace miles y miles y miles de años, en la Prehistoria.

La historia de un pariente de Ambrosio que vivió en la Antigua Grecia y acompañó a un atleta a participar de los Juegos Olímpicos.

Al principio, cuando se le acercó, él tuvo miedo. Si hasta pensó en mostrarle los dientes y poner cara de perro malo. Pero Niceas le hizo un mimo redondo y largo, detrás de las orejas. Y después otro mimo. Y otro más. Lindos eran esos mimos. Tan lindos que se le pasó el miedo y, en lugar de mostrar los dientes y poner cara de perro malo, le movió la cola (cinco veces se la movió). Entonces Niceas le vio la pata lastimada. Cuando le hizo señas de que lo siguiera, él intentó levantarse, pero no pudo. Y lo miró con los ojos tristes. "Vamos"- lo alentó muchacho y su voz fue como otro mimo. Por eso, se puso de pie, aunque las patas le temblaban y dio un pasito y otro más y otro hasta que Niceas le hizo upa y lo llevó a su casa.

En el patio de la escuela, Martín es un leopardo que corre rapidísimo. Cuando se enoja, ruge como un león. Cuando su mamá le hace mimos, ronronea como un gatito. Más que un día de perros, Martín tiene un emocionante día animal.

¿Existen los días de perros? En la vida de Martín existe eso y mucho más. En el patio de la escuela, Martín es un leopardo que corre rapidísimo; en la plaza, salta y hace piruetas como un mono; cuando se enoja, ruge como un león, y cuando su mamá le hace mimos es un gatito que ronronea. Más que un día de perros, Martín tiene un emocionante día animal.

Descubrí la serie que ya es un clásico: Lucas tiene 20 años en librerías y más de 70.000 lectores. ¡Lucas no deja de sorprender y divertir a los más chiquitos!

Lucas mordió un pan tostado con dulce de leche y sintió que un diente se le soltaba de la encía. Lo que no quiere decir que se le cayera, no. Porque antes de tragar, entre el mejunje de saliva y miguitas, lo detectó con la lengua y, todo sucio, se lo sacó de la boca.

"¿Oia?", se sorprendió Lucas. "¡Un diente!".

Corrió al baño y se miró en el espejo. Qué tragedia: un agujerito en la parte de abajo de su sonrisa se lo acababa de confirmar.

Descubrí la serie que ya es un clásico: Lucas tiene 20 años en librerías y más de 70.000 lectores. ¡Lucas no deja de sorprender y divertir a los más chiquitos!

En la vida de Lucas hay tres grandes novedades. Una, que se le cayó un diente. Dos, que además de la tortuga ahora Lucas tiene perro. Tres, que su hermano Simón ya cumplió un año. En la fiesta de cumpleaños hubo globos, papel picado, sombreritos para todos y una torta con cuatro patas. ¿Que si era rica? No es lo importante. Lo importante es que CA-MI-NA-BA...

Tener un monstruo palpitante y mordiente alojado en un lugar tan íntimo como un bolsillo tal vez pueda asustar a algunos. Pero no a Inés. Inés le da la bienvenida.

"Ahí fue cuando metí las manos en el bolsillo del delantal y sentí algo peludo, tibio y que además, mordía." Y se desencadena la historia. Tener un monstruo palpitante y mordiente alojado en un lugar tan íntimo como un bolsillo tal vez pueda asustar a algunos. Pero no a Inés. Inés le da la bienvenida. Porque Inés, tan flaquita y silenciosa, tan titubeante, tan pequeña, tiene un deseo muy grande -un deseo tan grande que apenas si le cabe en el cuerpo- de que le sucedan cosas maravillosas, terribles y extraordinarias.

Un monstruo personal, secreto, privado, es justo lo que andaba necesitando. Sin embargo, convivir con un monstruo nunca es fácil... Y el de Inés parece decidido a no abandonarla.

Cuentos que buscan el fondo, los límites de la realidad, tratando de
encontrar las puertas de salida.

Emilio Careaga recuerda la noche en que conoció el amor entre los bombardeos ingleses en Malvinas; Sebastián y Alcira oponen su luz a la oscuridad de un chupadero de la dictadura: un joven Van Gogh sufre ante un padre autoritario; el cacique Inancayal es destruido por la máquina del poder central.

Dice el autor: "Escribí estos cuentos simplemente porque no puedo escribir sobre otras cosas. Si hablara de temas más agradables tal vez vendería más, pero no puedo. Me siento a la máquina y me sale la pobreza, la soledad del adolescente frente a una realidad sin futuro, nuestra historia de desaparecidos y guerras ridículas".

Histórias aconchegantes que sossegam a mente e ajudam a dormir.

As mentes ocupadas precisam de um lugar seguro para descansar. Se tem problemas para adormecer, acorda a meio da noite preocupado, ou fica ansioso durante o dia, este livro pode ser a solução. Em Quando nada acontece Kathryn Nicolai oferece uma forma saudável para sossegar a mente antes de dormir através do apelo intemporal das histórias de adormecer, numa versão para adultos. As histórias acontecem dentro e de uma cidade fictícia, cada uma revelando pequenos e doces momentos de alegria que se encontram no lugar-comum. À medida que os narradores sem nome e sem género contam os seus dias, evocam os distintos confortos oferecidos por cada uma das quatro estações e gentilmente acalmam o leitor até o sono. Desde celebrar a natureza e se deleitar com a alegria, ou ficar sozinho em casa, até o prazer de se perder nas estantes da biblioteca ou escolher o melhor tomatena feira, este tesouro tem algo para todos.

Também encontrará dezasseis novas histórias nunca antes apresentadas no podcast Nothing Much Happens, junto com ilustrações, receitas e meditações. Com décadas de experiência como professora de meditação e ioga, Kathryn Nicolai cria um mundo para entrar, um mundo rico em experiências sensoriais que silenciosamente ensina a atenção plena e autocompaixão, acalma a ansiedade e cria hábitos sólidos para um bom sono.

Os elogios da crítica:

«Uma coleção encantadora de quase-contos que pretendem ser um antídoto para a insónia e a inquietação. Nicolai realiza o que nenhum outro autor gostaria de ouvir: essas histórias podem fazer as pessoas dormirem.»
Publishers Weekly

«Esta coleção de contos muito curtos foi projetada para ajudar os leitores a adormecer e ter um sono reparador. As histórias seguem as estações, a começar com o Inverno, e dependem muito dos sentidos; há muitos cheiros adoráveis,coisas suaves e confortáveis e comidas deliciosas, todos descritos em detalhes e muitas vezes acompanhados por ilustrações em tons suaves. São temperadas receitas, meditações e outras técnicas de relaxamento. As histórias têm sucesso no seu objetivo de ajudar os leitores a dormir melhor.»

Booklist