Una historia de amor épica entre la hija de una esclava y el hijo de un mercader.

Sevilla, segunda mitad del siglo XVI.

En una de las ciudades más prósperas del mundo, la esclava Juanita, en manos de un amo cruel y déspota, da a luz a una niña que abandona a los pies del palacete de un rico mercader con el único y desesperado propósito de liberarla del estigma de la esclavitud.

Así arranca Entre la piel y el alma, una novela envolvente y conmovedora que despliega la historia de Ximena de Moncada, una joven que no solo habrá de hacer frente a la desventaja propia que supone ser una mujer negra en un mundo dominado por el hombre blanco, sino que pronto entenderá que su peor enemigo reside en su propio hogar.

Entre la piel y el alma rescata del olvido una época en la que el amor verdadero se antojaba una utopía. Ximena pronto se verá separada de las personas a las que ama, teniendo que luchar por no ser condenada al ostracismo y quedar a merced de un padre autoritario que no duda en separarla de Alonso, con quien se ha criado y de quien está enamorada, y que acaba siendo desterrado a la ciudad de Veracruz.

Ximena de Moncada se abrirá paso movida por su amor y su sentido de la justicia, pese a vivir en una sociedad injusta y discriminatoria.

Un viaje al pasado, un inesperado encuentro bajo las aguas del puente de Rialto, una plaga de peste negra y un amor que se abre paso.

Giulia Barone regresa a su Venecia natal tras pasar los últimos ocho años en Madrid, ciudad a la que marchó por amor. Con treinta y dos años, ve cómo su proyecto de vida se hace añicos; al tiempo que no puede evitar recriminarse haber permitido que la convirtieran en alguien que no era, renunciando con ello a su esencia. En un callejón anexo a la mansión de su nonna, Giulia, tras maldecirse sin piedad, se verá sorprendida por una mujer que cambiará por completo el rumbo de su vida. Tras verse sumida en un profundo sopor, Giulia despierta en la Venecia de la segunda mitad del siglo XVI; o lo que es lo mismo, en la Serenísima República de Venecia.

Joseph Sullam es uno de los médicos judíos de Venecia y, como tal, se ve obligado a vivir en la zona conocida como el Gueto. Debido a su profesión, Joseph contará con permiso para recorrer las calles de la ciudad, ayudando a todo aquel que pueda necesitarle. Un encuentro fortuito, mientras Giulia trata de dar con la mujer que la ha hecho retroceder en el tiempo, acabará con Giulia y con Joseph bajo las aguas del Gran Canal, en el puente de Rialto. Sus caminos volverán a cruzarse, pero nada será como ellos pudieran esperar.

Olimpia Massoli, una respetable noble veneciana, se convertirá en su benefactora y pretenderá que Giulia se haga pasar por su sobrina y se despose con Francesco Renier, miembro del Consejo de Venecia. Lo que nadie sabe es que el corazón de Giulia ya ha elegido a Joseph Sullam, al médico judío del Gueto; y, todo ello, con el trasfondo de una plaga de peste negra que asolará a más de un tercio de la población veneciana.

¿Podrá Giulia burlar el férreo control que Olimpia ejerce sobre ella? ¿Se verá obligada a contraer matrimonio con Francesco Renier o, por el contrario, podrá vivir su historia de amor con Joseph pese a la censura de una sociedad veneciana en la que no estaba bien visto que una noble y un judío intimasen? ¿Regresará a su siglo o renunciará a todo cuanto un día fuera... por amor?

Una gran historia de amor sentida y vivida a quemarropa.

Una novela chispeante y con grandes dosis de humor.

Miranda Ros, Mimi, se enfrenta a su entrevista de trabajo más importante desde que decidiera dejar atrás su Madrid natal para mudarse a la ciudad de Londres, donde lleva tres años viviendo en un apartamento de Neal’s Yard, en Covent Garden, con Vivien O’Neil, la teniente, y Ronnie Mayer. De su mano llegó al grupo de teatro amateur «Desdémona», su pequeña gran familia londinense.

Hija de uno de los empresarios más ricos de España, Mimi decide renunciar a los beneficios intrínsecos que ello le supone para ganarse la vida por sí misma. Ajena a los tejemanejes de un Cupido en horas bajas, tiene un encontronazo, en el puente azul que cruza el lago artificial de St James’s Park, con un misterioso hombre que se niega a revelarle su identidad.

Él es Robert Allen, Robb, hijo y heredero de una de las mayores fortunas londinenses. Adicto al sexo, y asiduo a un club en el que se llevan a cabo prácticas sexuales de alto voltaje, decide cambiar el rumbo de su vida al conocerla a ella, a Miranda, a una chica del montón.

Mimi y Robb no solo tendrán que luchar contra sus propios demonios, esos que habitan bajo la piel, sino que también tendrán que lidiar con Jerome Allen, el hermano mayor de Robert, y contra la enfermiza obsesión que siente por Miranda.

Sí, Robert Allen sigue siendo un cursi, además de un friki, y Miranda Ros sigue coladita por él.

En esta segunda entrega de la serie INMARCESIBLE, Mimi y Robb se verán inmersos en una vorágine emocional. Se aman. Ambos lo saben, y ambos tratan de luchar contra sus propios sentimientos. Mimi cree que Robb la ha traicionado; y a Robb le duele que ella no confiara en él, que no lo quisiera escuchar, que se comportara de un modo tan visceral. Mientras ella pone tierra de por medio, él se refugia en el calor de su hogar, en el cariño de sus padres y en el trabajo para no volver a recaer en su adicción al sexo.

Un nuevo y fortuito encuentro, en una de las librerías del barrio de Notting Hill, hará que sus caminos se vuelvan a unir, removiéndolos por dentro, haciéndoles ver que están loca e irremediablemente enamorados el uno del otro. En sus manos estará hacer a un lado su orgullo y apostar por ese amor o, por el contrario, darle carpetazo a su historia.

Quien no parece estar dispuesto a que esa pareja acabe rota es Álex, el vikingo, el hermano de Mimi, que no descansará hasta abrirles los ojos, hasta conseguir que se den una segunda oportunidad. ¿Lo conseguirá, o esos dos son un caso perdido?

Cuatro amigas, un sortilegio, y una promesa que unirá sus destinos para siempre.

Siendo apenas unas niñas, Beth lleva a sus amigas, Marta, Lydia y Cris, a hacer una promesa. Todas ellas, que son unas románticas empedernidas, están de acuerdo en llevar a cabo aquel ritual, que les marcará el día, el mes, el lugar y la edad a la que deberán contraer matrimonio. En el último momento, a Lydia se le ocurre un requisito más: deberán compartir toda una semana juntas, ellas y sus respectivos novios, antes de darse el «Sí, quiero».

El problema, para Beth, surge cuando, a un mes de la fecha señala, su novio decide romper con ella. Ese detalle marcará el inicio de una búsqueda desesperada por encontrar a alguien tan idiota, o tan insensato, como para aceptar su proposición.

Ese alguien aparecerá, de la forma más inesperada e inverosímil, como todo cuanto ocurre en la vida de Beth, y de sus amigas. Gracias a sus artimañas, conseguirá que un desconocido, de nombre Killian, quien se convertirá en todo un enigma para ella, acceda a participar en una farsa, haciéndose pasar por su nuevo novio. Solo tiene que subir a un avión y disfrutar de una semana de vacaciones pagadas en un lugar paradisíaco, junto a una mujer y tres parejas más... Cree que podrá soportarlo; aunque todo se tuerce al descubrir que Beth le ha ocultado el detalle más importante: la boda.

¿Cederá Killian? ¿Le perdonará su engaño? ¿Serán capaces de fingir que son una pareja? Y... ¿qué hay del resto?, ¿son tan idílicas sus relaciones como hacen creer? ¿Acabarán cumpliendo su promesa? No hacerlo, les podría acarrear un mal de catastróficas dimensiones.

Una promesa, una boda, un viaje inesperado a Nueva York y... ¿un divorcio?

Beth consiguió hacer realidad ese sueño que tuvo de niña. Al final, su promesa se vio cumplida. Ella y sus mejores amigas, Las cuatro musas, se dieron el «Sí, quiero» con los hombres de los que estaban perdidamente enamoradas. O, al menos, eso fue lo que hicieron Lydia, Marta y Cris.

Killian se limitó a hacerle un favor a Beth pero, en ese acuerdo, había una contraprestación con la que ella no contaba. Killian ya le advirtió que, después de la boda, le iba a deber un favor, y uno muy grande: deberá pasar tres semanas con él en Nueva York, y lo descubrirá a su llegada a Madrid. La noticia no será bien recibida. Sin embargo, se lo debe. Killian se casó con ella. Está en deuda con él.

Estando en Manhattan, Killian, poco a poco, irá dejando de ser ese gran enigma que Beth nunca pudo descifrar. Descubrir que es el dueño de Ellis Design, una agencia de publicidad y marketing de éxito mundial, y que estaba comprometido con otra mujer, hará que su relación se desestabilice. Pese a ello, se necesitan. Ambos sienten que no pueden vivir el uno sin el otro, aunque ninguno de los dos esté dispuesto a reconocerlo.

Tres semanas, en las que vivirán y sentirán miles de emociones, en las que se dejarán llevar por esa pasión que los consume y no consiguen acallar, y en la que Beth irá descubriendo al verdadero Killian, a ese que habita bajo la piel, será el tiempo que tendrán para tomar la decisión más importante de sus vidas...

¿Continuarán con lo que comenzó de manera inesperada e inverosímil, sobre uno de los bancos de Parque del Retiro, o acabarán firmando los papeles del divorcio?