La medicina y el cine son parte de nuestro día a día. Acudimos a la consulta o a la sala en busca de algún tipo de alivio y de puertas a otros mundos. Y la consulta y la sala, la medicina y el cine, se miran de reojo. La medicina quiere al cine para mirar, explorar y estudiar, diagnosticar y operar; también como herramienta publicitaria y de propaganda, para construir su autoridad. Y el cine cuenta muy a menudo con la medicina porque trabaja con experiencias rutinarias de salud y enfermedad, sus miedos y sus osadías, sus servidumbres y sus …
La medicina y el cine son parte de nuestro día a día. Acudimos a la consulta o a la sala en busca de algún tipo de alivio y de puertas a otros mundos. Y la consulta y la sala, la medicina y el cine, se miran de reojo. La medicina quiere al cine para mirar, explorar y estudiar, diagnosticar y operar; también como herramienta publicitaria y de propaganda, para construir su autoridad. Y el cine cuenta muy a menudo con la medicina porque trabaja con experiencias rutinarias de salud y enfermedad, sus miedos y sus osadías, sus servidumbres y sus …
Vivimos en un mundo de encrucijadas medioambientales: contaminación de la tierra, el aire y el agua, sobreexplotación de recursos, emisiones desbocadas de gases de efecto invernadero, destrucción sistemática de ecosistemas y biodiversidad, y desequilibrios demográficos y socioeconómicos en el delirio del consumo desenfrenado y de nuestras reclusiones coloniales, de clase, género y raza, que inevitablemente nos enfrentan a nuestros modos de vivir y morir. Con el cine, que nos ofrece infinitas maneras de mirarnos en nuestras comunidades, podemos explorar con peculiar libertad narrativa nuestras formas de entender la naturaleza, nuestras expectativas, nuestros recelos, las profundas contradicciones en nuestra forma de …
Vivimos en un mundo de encrucijadas medioambientales: contaminación de la tierra, el aire y el agua, sobreexplotación de recursos, emisiones desbocadas de gases de efecto invernadero, destrucción sistemática de ecosistemas y biodiversidad, y desequilibrios demográficos y socioeconómicos en el delirio del consumo desenfrenado y de nuestras reclusiones coloniales, de clase, género y raza, que inevitablemente nos enfrentan a nuestros modos de vivir y morir. Con el cine, que nos ofrece infinitas maneras de mirarnos en nuestras comunidades, podemos explorar con peculiar libertad narrativa nuestras formas de entender la naturaleza, nuestras expectativas, nuestros recelos, las profundas contradicciones en nuestra forma de …
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