Una mirada crítica sobre el acontecer nacional y la cotidianeidad de la vida.
«Alguna vez pensé que el periodismo era el hermano pobre de la literatura. Lo consideraba un oficio de sobrevivencia. Ahora lo entiendo de otro modo. Reportear se fue convirtiendo para mí en un modo de imaginar.»
Con estas palabras Patricio Fernández, director del semanario The Clinic, inicia estos diarios que transcurren entre 2009 y 2012 donde recoge escritos tanto políticos, como literarios e íntimos, siempre bajo la urgencia que marca la fecha del calendario. De manera que los temas, bajo una …
Una mirada crítica sobre el acontecer nacional y la cotidianeidad de la vida.
«Alguna vez pensé que el periodismo era el hermano pobre de la literatura. Lo consideraba un oficio de sobrevivencia. Ahora lo entiendo de otro modo. Reportear se fue convirtiendo para mí en un modo de imaginar.»
Con estas palabras Patricio Fernández, director del semanario The Clinic, inicia estos diarios que transcurren entre 2009 y 2012 donde recoge escritos tanto políticos, como literarios e íntimos, siempre bajo la urgencia que marca la fecha del calendario. De manera que los temas, bajo una mirada incisiva y muy personal, se desgranan de acuerdo a las vicisitudes del momento: las marchas de los estudiantes, el auge y la caída de los políticos, el conservadurismo de normas que no representan a las mayorías, los abusos en la iglesia, así como el desgarro de la separación, un viaje onírico y surrealista con ayahuasca, el amor por los hijos y, como un hilo narrativo que nos acompaña a lo largo del libro, el destino -a veces feroz- de las mujeres chilenas. Un ejercicio crítico que pone en tela de juicio tanto la verdad oficial como la personal. Un retrato del país que es a la vez una mirada hacia el interior. Un hallazgo literario.
