Todos lo saben pero pocos lo admiten: las brujas existen. El protagonista de esta novela preferiría no admitirlo, pero ha tenido la mala suerte de caer víctima de un hechizo. El más cruel de los hechizos.Adolescente atolondrado y, a su manera, muy tierno, comete el error de maltratar a una chica en plena discoteca. Ella le advierte: “Soy la Bruja del Bosque, y cuando te cojas a alguien, ese mismo día te vas a caer muerto”. ¡El horror!, gritamos todos, ¿es posible tanta perversidad? Todo es posible en la adolescencia, territorio sombrío e impiadoso. Juguetón y menos canchero de lo …
Toda ciudad aspira a tener un Joyce. Toda ciudad desea que un novelista haga de esa ciudad el material de su literatura. Y toda ciudad, creo, quiere que nazca un Italo Calvino, o sea, un soñador que escriba la ciudad invisible de su memoria. La ciudad de Tucumán ya ha tenido su primer Italo Calvino y ya ha tenido su Joyce subtropical. Ese soñador ha sido Hugo Foguet. Las historias de Pretérito perfecto cuentan avatares en Tucumán. Buenos Aires, el centro tradicional de la novelística argentina, no aparece. El marino Foguet da la espalda al puerto. Desde Tucumán va …
Desde siempre, la Patagonia goza del curioso prestigio de ser el territorio de las realizaciones. Irse “al Sur” equivale, aún hoy, para mucha gente, a mudarse a un lugar donde se concretan los sueños. Incluso si el sueño de uno es la abolición de la propiedad privada y para el vecino es estrictamente lo contrario. En La risa de las bandurrias, Ariel Magnus da cuenta de ese universo de regodeo onírico con la llegada a El Bolsón de Fernando, un arquitecto (¿o abogado?) porteño que intenta dejar atrás una decepción amorosa. La comarca se transforma para él en un reservorio …
Todavía se repite y mucho el sonsonete de que la realidad supera a la ficción. Cuando acabé de leer Postales de Río supe que, ahora sí, tenía con qué darle aese lugar común que reniega de las cloacas en las que el amor se revuelca, despedaza y devora los cuerpos, y sobre las que sólo la mejor literatura echa su luz cenital, dinamita toda penumbra. Luna es un médico de madrugadas violentas, de gritos amordazados, de muertos en pie que claman por ser amados. No baja a los infiernos para encontrarse a sí mismo –sabe que es imposible– sino para …
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