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La historia argentina ha olvidado mencionar a un actor fundamental: el
Zombie.
Hordas de zombies, y no malones de charrúas, fueron los que se comieron
a Juan Díaz de Solís, el primer navegante español en llegar al Río de la
Plata, apenas desembarcó en 1516. Desde entonces, el pasado argentino
está plagado de zombies. Utilizados como carne de cañón en las luchas
independentistas, cruciales en las gestas patrióticas y protagonistas de
los momentos más sórdidos de la Nación, incluso los próceres han sido
sospechados de ser muertos vivientes. Es tiempo de saldar la deuda con
la verdad y devolver a esas criaturas su lugar en la Historia.
Una …
La historia argentina ha olvidado mencionar a un actor fundamental: el
Zombie.
Hordas de zombies, y no malones de charrúas, fueron los que se comieron
a Juan Díaz de Solís, el primer navegante español en llegar al Río de la
Plata, apenas desembarcó en 1516. Desde entonces, el pasado argentino
está plagado de zombies. Utilizados como carne de cañón en las luchas
independentistas, cruciales en las gestas patrióticas y protagonistas de
los momentos más sórdidos de la Nación, incluso los próceres han sido
sospechados de ser muertos vivientes. Es tiempo de saldar la deuda con
la verdad y devolver a esas criaturas su lugar en la Historia.
Una lección que la escuela nunca se atrevió a contar.
Ni viruela, ni fiebre amarilla: brotes de virus zombies.
San Martín, Belgrano y Sarmiento# ¿mordidos?
La verdad sobre la Batalla de San Lorenzo.
Cómo la división entre K y anti K provoca peleas, separaciones y
malentendidos entre amigos, colegas, familiares, vecinos y parejas,
¿Qué pasó en los últimos años para que los amigos dejen de verse y todas
las reuniones familiares terminen en peleas? ¿Cómo fue que colegas
respetuosos se den vuelta la cara en un pasillo? ¿Quién empezó a ejercer
la censura en las listas de invitados a cualquier fiesta? ¿En qué
momento la identificación con una letra comenzó a dividir tan
profundamente todo, al punto de devolvernos a aquel temible "a los
amigos todo, a los enemigos ni justicia"? Daniel dos Santos se convierte
en el cartógrafo del …
Cómo la división entre K y anti K provoca peleas, separaciones y
malentendidos entre amigos, colegas, familiares, vecinos y parejas,
¿Qué pasó en los últimos años para que los amigos dejen de verse y todas
las reuniones familiares terminen en peleas? ¿Cómo fue que colegas
respetuosos se den vuelta la cara en un pasillo? ¿Quién empezó a ejercer
la censura en las listas de invitados a cualquier fiesta? ¿En qué
momento la identificación con una letra comenzó a dividir tan
profundamente todo, al punto de devolvernos a aquel temible "a los
amigos todo, a los enemigos ni justicia"? Daniel dos Santos se convierte
en el cartógrafo del campo de batalla que son hoy los afectos de los
argentinos, hasta hace poco nuestro mayor orgullo, la riqueza que
habíamos mantenido a salvo de tempestades económicas y crisis políticas.
Sus relatos provocan risas y lágrimas porque en todos sus personajes
es posible encontrar una anécdota conocida, a un ex amigo o a nosotros
mismos.
Una pareja de jóvenes que ven frustrado su romance cuando descubren lo
que cada uno piensa de la política local. Vecinos de toda la vida
separados por sus ideas sobre El Modelo. Un cumpleañero que ya no puede
festejar con todos sus amigos a la vez. Un velorio que separa las aguas
y no justamente alrededor del cajón. En el living, el trabajo, la cama,
la facultad o la canchita de fútbol, la política mete la cola y enerva
los ánimos hasta el punto de impedir la convivencia o la conversación
más simple. Este libro recupera estas historias con humor y sensibilidad
para reflexionar sobre lo que muchos perdieron y algunos intentan
recuperar.
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