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Estudio histórico sobre esta finca de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), que
arranca desde la época romana hasta nuestros días. Elogiada por los más
famosos viajeros, escritores y poetas de todas las épocas, ya era conocida,
aunque con otro nombre, en el siglo XII. La especie legendaria del Cristo
milagrero que era venerado en su capilla y la posibilidad de que fuera la cuna
del descubridor del Valparaíso austral, en Chile, lo conectan con aquella
ciudad multicolor donde Neruda parece aún sobrecogerse ante las aguas
profundas del Pacífico y la mole pétrea del Aconcagua andino, que enseñorea su
horizonte como …
Estudio histórico sobre esta finca de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), que
arranca desde la época romana hasta nuestros días. Elogiada por los más
famosos viajeros, escritores y poetas de todas las épocas, ya era conocida,
aunque con otro nombre, en el siglo XII. La especie legendaria del Cristo
milagrero que era venerado en su capilla y la posibilidad de que fuera la cuna
del descubridor del Valparaíso austral, en Chile, lo conectan con aquella
ciudad multicolor donde Neruda parece aún sobrecogerse ante las aguas
profundas del Pacífico y la mole pétrea del Aconcagua andino, que enseñorea su
horizonte como un enorme y rosado terrón de azúcar. La exhuberante finca
ribereña quedó entroncada con la leyenda de don Juan Tenorio y con otros
muchos personajes universales de la literatura y de la historia. Contiene un
buen número de ilustraciones a color, que retrotraen a tiempos en que
Valparaíso era elogiada por Fernán Caballero y otros personajes del
romanticismo español.
Este trabajo de acarreo (campo y gabinete) es de los que duran toda la vida,
o, mejor dicho, de los que se 'hacen solos'. Así opinaba, también, el
folklorista Francisco Rodríguez Marín cuando en abril de 1899 mandó imprimir
sus _Mil trescientas comparaciones populares andaluzas_ recogidas de la
tradición oral. Son los antecedentes de este libro, que, sin dar cabida a un
número inconmensurable de modismos comparativos que no poseen las partículas
más que o como, exageraciones, incluso con la categoría de refranes y frases
proverbiales, usadas en el habla común de Andalucía y aún de gran parte de
España, …
Este trabajo de acarreo (campo y gabinete) es de los que duran toda la vida,
o, mejor dicho, de los que se 'hacen solos'. Así opinaba, también, el
folklorista Francisco Rodríguez Marín cuando en abril de 1899 mandó imprimir
sus _Mil trescientas comparaciones populares andaluzas_ recogidas de la
tradición oral. Son los antecedentes de este libro, que, sin dar cabida a un
número inconmensurable de modismos comparativos que no poseen las partículas
más que o como, exageraciones, incluso con la categoría de refranes y frases
proverbiales, usadas en el habla común de Andalucía y aún de gran parte de
España, su autor aporta varios millares de modismos donde el ingenio y el
gracejo son el denominador común. Buen libro para la sonrisa y el buen humor.
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