Quizás quisiste decir: cesar
Una ventana al pasado y al presente de la literatura de nuestra región.Único y maravilloso por su perspectiva "de valoraciones tan personales como intransferibles", el Diccionario de autores latinoamericanos fue publicado por primera vez en 1998 y reeditado en 2018, sin cambios significativos. Paidós encara en esta oportunidad su segunda reedición, siempre sin modificaciones, a no ser por la inclusión de las fechas de muerte de algunos autores, acaecidas entre la publicación original y la actualidad. La lista de referenciados en este jugoso volumen, por lo tanto, se detiene, como en su edición primera, en los nacidos antes de la …
Biblioteca César AiraCésar Aira ha realizado como nadie el programa macedoniano ("Yo quiero que el lector sepa siempre que está leyendo una novela y no viendo un vivir, no presenciando 'vida'") y quienes cuestionan su poética en verdad detestan la literatura. O para decirlo mejor: la literatura les parece muy poco, consideran que la literatura no es sino un medio, un instrumento para referirse a "la vida", traerla a cuento, remedarla. Es lógico suponer que para este tipo de lectores Aira debe resultar desesperante. Porque en sus novelas no hay ventriloquía sociológica, política, lingüística, psicológica o sentimental. En las novelas de …
Biblioteca César AiraSe sabe que el amor y la obsesión son los impulsos de las obras de arte, para emplazarlas como un monumento más trasparente, que rinde culto a la belleza e incertidumbre del mundo. ¿Pero a qué nos referimos cuando decimos la palabra "mundo"? ¿Y con la palabra "palabra"? César Aira, una vez más en La abeja, a estas alturas otro de sus libros clásicos, que ya forman una larga lista que podría recubrir, uno al lado del otro en sus múltiples ediciones, el vasto territorio de nuestro país, nos entrega una obra maestra, escrita entre los bordes de …
E n la Semana Santa de 1987, Aldo Rico –al frente de un grupo de carapintadas– toma durante cuatro días la Escuela de Infantería de Campo de Mayo en un intento de impedir el avance de los juicios contra los responsables de las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar. En diciembre, César Aira termina de escribir Embalse . En la superficie, la trama es sencilla: una familia alquila una casa en una localidad de veraneo donde, con la excusa de descansar, un poco se aburre. Pero entonces, debajo de esa aparente calma, empiezan a suceder cosas extrañas, a …
D os personas van en pos del último secreto del Mago Tenor, dos escenarios se disputan la acción de esta novela. Uno y otro –Suiza, la India– parecen solicitarse, por eso el autor toma el recaudo de vaciarlos para que cada uno asome como lo que es. La novela ocurre como pocas, con la acción perentoria y perezosa de esas parejas casuales de Verne, con máquinas de Roussel a todo trapo (un poco domesticadas por Buda) y con jirones de Hergé (la excursión en smoking a la cascada). De la Suiza del Cabaret Voltaire, César Aira extrae un nieto de Hugo …
" M is novelas parten de una idea, de algún tipo de juego intelectual, de algo que me parece prometedor y desafiante", admitió César Aira alguna vez. Ideas que, como es sabido, a menudo lindan con el disparate o lo inaudito. "Entre lo bueno y lo nuevo, mil veces lo nuevo", es uno de sus lemas. No sorprende, así, que su obra celebre la invención y eche mano, como punto de partida, a casos o incidentes singulares, a veces nimios, otras veces decididamente inverosímiles. Bastan las primeras páginas de Varamo para entender de qué se trata este caso en particular: en …
César Aira pasó treinta días encerrado en una biblioteca, tentado por el diablo, y cuando salió de ahí propagó un eslogan demoledor: los que me lean a mí no morirán. Yo le creí. Lo vengo leyendo desde sus primeros libros aunque, más de una vez, por la versatilidad y cantidad de su producción, le perdí el rastro. ¿Tal cosa no pasaba en un libro de Aira?, me pregunto cuando mi memoria mezcla al tuntún sucesos de sus novelas, que aparecen bajo diferente luz según cómo y cuándo los recuerde. En La guerra de los gimnasios, por ejemplo, el protagonista dice …
E l sueño podría ser leído como un libro sobre el hábito: el hábito como repetición, como costumbre, como sosiego; el hábito como hábitat de la monja. Con sigilosa deliberación Aira induce al lector a comulgar con las madrugadas del puesto de diarios de la avenida Directorio esquina Bonorino, con los horarios fijos del Doctor jubilado, con el pedido de la señora del Susybingo, con los itinerarios del portero de la calle José Bonifacio, con la entrega de los fascículos de manualidades al edificio de enfrente y, sobre todo, con los hábitos de las monjas del Colegio de la Misericordia. …
Quiero escribir algo espectacular, lleno de lindura y color y musiquita sobre César Aira, el señor alto y elegante de Flores que nos inspiró a todos. Porque para mí Aira es color y esperanza. Comienzo a temblar porque no sé si podré. Voy a hacer como hace él: ¡inspiración, espontaneidad brutal!Me pregunto: ¿es posible que a cualquiera pueda pasarle la cosa más asombrosa del mundo? Nunca jamás en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario se vivieron días iguales. Desde el profe Alberto Giordano, que cruza una tormenta de nieve para ir a dar un seminario al …
H ay una versión simplificada de lo aireano. A veces se la esgrime para cuestionar a Aira y a veces para emularlo hasta el epigonismo incondicional. Pero para el caso da lo mismo lo uno o lo otro: un estereotipo arrincona por igual su literatura y acaba por reducirla a fórmula. Basta sin embargo con leer alguna novela de Aira para poder ponerlo a salvo de lo aireano. Persiste en su obra, tan inasible como cierta, la potencia poco común de la irrupción de algo nuevo. Y aunque tal vez se hayan encontrado soluciones de lectura para la perplejidad inicial (qué …
H aber hallado en el interior de un libro una telenovela gauchesca fue un golpe del que todavía no se repone la literatura argentina. César Aira ya venía reinventando la pólvora, y en una doble tabla rasa –ambas muy utilizadas–, la del pasado y la del desierto, plantó las banderas de un mundo enloquecido y funcional en el que el delirio vale tanto o más que las estructuras lógicas que siempre desearon confinarlo. En la primera página de La liebre (publicada en 1991, fechada en 1987) Juan Manuel de Rosas hace abdominales. La escena, que parece salida de la vida …
"Mis hijos, como otros miles de adolescentes, eran jugadores impenitentes, y no pasaba día en que no ganaran una partida, es decir, destruyeran un mundo."En un futuro remoto en el que los libros se consideran materia muerta, un grupo de hermanos adolescentes se aficionan a un juego llamado Realidad Total.El juego es casi su única actividad, la pasión que consume sus días. Consiste en trasladarse virtualmente a un mundo poblado por una especie inteligente y declararle la guerra. Su objetivo: lograr la aniquilación de la especie en cuestión. Preocupado, el padre y narrador –un personaje anacrónico que todos los días …
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