Introduce tu nombre de usuario y tu contraseña:
Los árboles, nuestros amigos, nuestros hermanos, nuestra inspiración.En contacto con ellos aprenderemos a respirar, a crecer, a existir. En definitiva, a vivir.«En 2003, bajo una presión creciente, y porque me sentía cada vez menos adaptado a la atmósfera confinada de esas salas donde todo es artificio, perdí mi voz y mi alegría de vivir. Lo que parecía una catástrofe –el final de mi carrera al más alto nivel– acabó permitiendo que me encontrara conmigo mismo reencontrándote a ti, árbol. Al borde de mis fuerzas físicas, psicológicas y financieras, fui a visitar el paraje natural de un jefe amerindio en Quebec, …
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia y nuestros servicios analizando su navegación en nuestra web y cómo interactúa con nosotros y poder mostrarle publicidad en función de sus hábitos de navegación. Para consentir su utilización, pulse el botón “Acepto”. Puede obtener más información consultando nuestra Política de Cookies.