Posiblemente esta novela sea uno de los más
incisivos y profundos acercamientos a la condición
de un rey contemporáneo, contemplado
en toda su grandeza y miseria. Anthony Hope,
el autor de la famosísima novela de aventuras
El prisionero de Zenda, un periodista, novelista
popular y autor dramático muy exitoso
en su tiempo, puso todo su empeño en esta
obra que él consideraba la mejor de cuantas
había escrito. La escritura ágil y transparente
Posiblemente esta novela sea uno de los más
incisivos y profundos acercamientos a la condición
de un rey contemporáneo, contemplado
en toda su grandeza y miseria. Anthony Hope,
el autor de la famosísima novela de aventuras
El prisionero de Zenda, un periodista, novelista
popular y autor dramático muy exitoso
en su tiempo, puso todo su empeño en esta
obra que él consideraba la mejor de cuantas
había escrito. La escritura ágil y transparente
de The prisoner of Zenda y «The Dolly
dialogues» se espesa aquí en un intento de
penetrar las interioridades recónditas del
alma de sus personajes, aristócratas centroeuropeos
de finales del XIX, con una sutileza
que en ocasiones recuerda a Henry James.
El libro es un auténtico Bildungsroman (novela
de iniciación): la vida de un monarca en
sus años de formación, el áspero aprendizaje
de una existencia humana condenada a bregar,
desde la infancia, con la compleja élite del
país: una admirable introspección en la mente
de un monarca aligerada por una habilidad
dialogal y narrativa alabadas por R.L. Stevenson,
gracias a las cuales Hope logra dotar
al relato de una tensión absorbente y aderezarlo
con numerosas y apasionantes situaciones dramáticas.
